Se levanta el racionamiento de agua en Bogotá y Cundinamarca: embalses se recuperan tras un año de crisis hídrica

Bogotá levanta el racionamiento de agua a partir del 12 de abril tras superar la peor crisis hídrica en su historia

En una rueda de prensa realizada esta mañana por el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, junto con la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB), se anunció oficialmente el fin del racionamiento de agua en Bogotá y municipios de Cundinamarca a partir del sábado 12 de abril. La medida, que se había implementado para enfrentar una grave crisis de abastecimiento en los embalses del sistema Chingaza, se levanta tras una recuperación significativa de los niveles de almacenamiento.

“Después de un año, y gracias al compromiso de toda la ciudad, la crisis de agua más grave en la historia de Bogotá ha terminado. A partir del sábado se levanta el racionamiento de manera permanente”, expresó Galán en su cuenta de X (antes Twitter), reiterando lo dicho en la rueda de prensa desde la sede del Acueducto.

Contexto de la crisis hídrica

La capital colombiana y su región metropolitana enfrentaron, entre 2023 y 2024, una de las sequías más severas de las últimas décadas, acentuada por el fenómeno de El Niño. Esto provocó una alarmante disminución en los niveles de los embalses que surten de agua a cerca de 10 millones de personas. El sistema Chingaza, que abastece alrededor del 70 % del consumo de Bogotá, llegó a registrar niveles críticos por debajo del 20 % de su capacidad.

Ante esta situación, la Alcaldía implementó desde abril de 2024 un esquema de racionamiento por turnos, rotando la suspensión del servicio en diferentes zonas de la ciudad. Además, se promovieron campañas masivas para el uso eficiente del recurso hídrico, restricciones a actividades comerciales con alto consumo de agua, y se fortalecieron las acciones de monitoreo y control por parte de la EAAB.

Recuperación de los embalses y fin del racionamiento

De acuerdo con la EAAB, los embalses del sistema Chingaza alcanzaron esta semana un nivel de almacenamiento cercano al 80 %, lo que garantiza la estabilidad en el suministro de agua potable por lo menos para los próximos meses. El aumento de las lluvias en el primer trimestre de 2025 fue clave para esta recuperación, junto con los esfuerzos de la ciudadanía por reducir el consumo diario.

Durante la rueda de prensa, el gerente de la EAAB, Luis Ernesto Gómez, agradeció a los bogotanos por su paciencia y compromiso, e hizo un llamado a mantener hábitos de consumo responsable: “La emergencia ha pasado, pero el cambio climático sigue siendo una amenaza. Lo aprendido este año debe quedarse como una nueva cultura ciudadana del agua”.

Impacto social y lecciones aprendidas

El racionamiento afectó la rutina de miles de familias, instituciones educativas, hospitales y empresas. Aunque se logró evitar un colapso total del sistema hídrico, las autoridades reconocieron que la ciudad no estaba suficientemente preparada para un evento de esta magnitud. Por ello, la administración distrital anunció que fortalecerá la infraestructura hídrica y avanzará en nuevos proyectos de almacenamiento y tratamiento, con énfasis en resiliencia climática.

La crisis también impulsó debates sobre la expansión urbana, el manejo del recurso hídrico en la Sabana de Bogotá y la necesidad de articular acciones regionales entre Bogotá y Cundinamarca.

Compromisos a futuro

El alcalde Galán concluyó su intervención reiterando que, aunque se levante el racionamiento, “el compromiso con el agua debe ser permanente”. En este sentido, se espera que la administración distrital presente en las próximas semanas un plan de largo plazo para la seguridad hídrica de la ciudad.

Con esta decisión, Bogotá cierra un capítulo difícil, pero también inicia una nueva etapa en su relación con uno de los recursos más valiosos del planeta.


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