Ante la creciente emergencia sanitaria por fiebre amarilla en Colombia, el presidente Gustavo Petro anunció que el Gobierno financiará la respuesta con recursos provenientes de concesiones 4G y 5G que no han cumplido con sus obligaciones contractuales. La medida busca recuperar hasta $1 billón para enfrentar la crisis de salud que amenaza a más de 9 millones de colombianos en riesgo.
Petro usará plata de concesiones incumplidas para frenar avance de la fiebre amarilla: "La vida está primero"
Bogotá, 21 de abril de 2025 — El presidente Gustavo Petro anunció una decisión clave frente a la emergencia nacional por fiebre amarilla: el financiamiento de la respuesta sanitaria se hará con los recursos de concesiones viales 4G y 5G que han incumplido sus contratos. Según cifras preliminares del Gobierno, la emergencia podría costarle al país entre $600 mil millones y $1 billón.
Durante una alocución televisada, el mandatario fue enfático en señalar que no se tolerará más la parálisis de inversiones por parte de las concesionarias, que han mantenido recursos públicos en fideicomisos sin avanzar en las obras de infraestructura pactadas. “He pedido a la ANI y al Ministerio de Hacienda que revisen los contratos y determinen el nivel de incumplimiento. Esa es plata pública y la necesitamos para salvar vidas”, dijo.
Petro señaló que el 42% de los recursos involucrados están hoy en Bancolombia, retenidos por contratos fiduciarios. “El Gobierno los necesita y no los puede usar, mientras miles de personas están en riesgo. Si no alcanza, recurriremos a la declaratoria de emergencia económica. La vida está primero”.
El jefe de Estado alertó que más de 9.6 millones de colombianos deben ser vacunados con al menos 13 millones de dosis. El proceso implica además la adquisición de reactivos, el refuerzo del sistema hospitalario en zonas de alto y medio riesgo, y el pago de personal médico y brigadas de salud.
“El virus ya estalló en Brasil, Ecuador y Perú, y la demanda global de vacunas crecerá. Hoy solo se producen en Brasil, Senegal y Francia. Colombia no las fabrica, y por eso debemos actuar con urgencia”, enfatizó.
Petro también reveló que el Instituto Nacional de Salud ya sostuvo reuniones con laboratorios nacionales, públicos y privados, que podrían iniciar la producción local de vacunas. Sin embargo, dejó claro que eso dependerá de contar con recursos inmediatos.
El presidente aprovechó para explicar el contexto de desfinanciamiento actual del Estado: “El Congreso negó la ley de financiamiento, cayó parte de la reforma tributaria en tribunales, y se adelantaron $70 billones para subsidiar gasolina vía Ecopetrol. Nos dejaron sin margen, pero vamos a actuar”.
Aunque anticipó críticas de sectores opositores, fue categórico: “Sabemos que buscarán tumbar decretos sin pensar en la vida. Este Gobierno no hace política de la muerte. Nosotros defendemos la vida y vamos a actuar con todos los mecanismos posibles”.
La decisión también genera interrogantes sobre el estado actual de las concesiones viales. Aunque no se mencionaron empresas específicas, se espera que la ANI inicie una revisión exhaustiva en las próximas semanas. El Gobierno evalúa, incluso, tomar control de algunos proyectos si se confirma el uso ineficiente o ilegal de los fondos públicos.
Esta movida abre un nuevo capítulo en el manejo de crisis sanitarias en Colombia, en un contexto regional donde los brotes de fiebre amarilla ya han generado alertas internacionales. Mientras tanto, la carrera por adquirir y producir vacunas se acelera, y el país se enfrenta al desafío de responder con celeridad y transparencia.
“Tenemos que movernos rápido y con dinero”, concluyó Petro, dejando claro que no hay tiempo para la burocracia cuando la salud pública está en juego.
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