El Consejo de Estado ha confirmado que la canción ‘+57’ vulneró la dignidad humana y los derechos fundamentales de niñas, niños y adolescentes en Colombia. Esta histórica decisión judicial advierte a artistas, productores y plataformas digitales sobre las consecuencias legales de difundir contenidos que promuevan la sexualización de menores.
El fallo responde a una acción de tutela presentada por varios ciudadanos en calidad de agentes oficiosos. Ellos argumentaron que la canción, difundida masivamente en plataformas como Spotify, YouTube y redes sociales, contenía una línea específica: “mamacita desde los fourteen”, que representa una apología a la pedofilia y constituye un riesgo directo para el desarrollo integral de los menores.
Aunque la canción fue modificada posteriormente y la frase reemplazada por “mamacita desde los eighteen”, el Consejo de Estado concluyó que mientras la versión original estuvo disponible, sí hubo una afectación grave. En su análisis, la Sala recordó que el principio del interés superior del menor exige que toda acción pública o privada que los afecte debe centrarse en su bienestar y protección total.
Alexandra Vásquez ya lo había advertido
El pronunciamiento del Consejo de Estado se produce meses después de que la congresista Alexandra Vásquez, junto con las representantes Jennifer Pedraza y Sonia Bernal, solicitara públicamente el retiro inmediato de la canción de todas las plataformas oficiales. En su momento, Vásquez afirmó que “esta canción perpetúa patrones de abuso y explotación sexual que naturalizan el deseo hacia niñas menores de edad. No puede tolerarse en un país que dice proteger la niñez.”
La solicitud de las congresistas se formalizó a través de una carta pública dirigida a Bichota Records LLC (productora del tema) y a las plataformas que alojaban la canción. La misiva recibió el respaldo de múltiples organizaciones feministas, defensoras de derechos de infancia y cientos de ciudadanos.
La advertencia del Consejo de Estado a la industria musical
El fallo no solo representa una victoria para los derechos de la infancia, sino que también sienta un precedente jurídico para futuros casos. La alta corte exhortó a artistas, productores, casas disqueras y plataformas digitales a abstenerse de promover o publicar contenidos que vulneren los derechos de menores, incluso si lo hacen de forma “sutil” o disfrazada de arte o cultura urbana.
“La sexualización temprana cosifica a los menores, los reduce a objetos de deseo y los expone a riesgos que pueden afectar gravemente su desarrollo”, afirma el documento judicial. Además, recordó que Colombia, al haber ratificado convenios internacionales como la Convención sobre los Derechos del Niño, tiene una obligación inexcusable de proteger a esta población de cualquier forma de explotación o violencia.
¿Qué sigue para los responsables?
Si bien el fallo del Consejo de Estado no impone sanciones penales inmediatas, sí deja abierta la puerta para que la Fiscalía investigue posibles delitos relacionados con apología al delito, corrupción de menores o inducción al abuso sexual. Además, las plataformas que hayan alojado la versión original podrían ser llamadas a rendir cuentas por omitir filtros frente a contenidos sensibles.
Por su parte, organizaciones como Red PaPaz y la Alianza por la Niñez Colombiana ya solicitaron una reunión urgente con el Ministerio de Cultura y el ICBF para exigir mayores controles al contenido musical y audiovisual dirigido a jóvenes.
Una batalla que apenas comienza
El caso de la canción ‘+57’ ha destapado una realidad incómoda: la industria musical urbana ha normalizado expresiones que rozan —o cruzan— la línea de lo legal y lo ético, especialmente en relación con niñas y adolescentes.
El pronunciamiento del Consejo de Estado ha sido celebrado por quienes llevan años denunciando esta problemática. Pero también ha generado controversia entre quienes defienden la libertad artística como principio absoluto.
Lo cierto es que este fallo marca un antes y un después: la dignidad de la niñez no es negociable, y Colombia ha dado un paso firme para recordárselo a quienes lucran a costa de ella.
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