Grúas de la Secretaría de Movilidad violan normas de tránsito y no reciben sanción, denuncia concejal Julián Forero

La Secretaría de Movilidad de Bogotá está en el ojo del huracán por presunta “doble moral” en la aplicación del Código Nacional de Tránsito. Así lo denuncia el concejal Julián Forero, quien insiste en que la entidad exige a los ciudadanos cumplir estrictamente la norma, pero no actúa con el mismo rigor frente a las grúas contratadas por la concesión G&P.

De acuerdo con el concejal Forero, mientras a diario se sanciona a los bogotanos por infracciones de tránsito, las grúas utilizadas para inmovilizar vehículos circulan impunemente incumpliendo la normativa vigente. Una situación que pone en entredicho la imparcialidad de la Secretaría Distrital de Movilidad.

Solo en el año 2024 se impusieron más de 468 mil comparendos en Bogotá. Según cifras oficiales entregadas por la Secretaría (Radicado SGM202530000578431 del 10 de febrero de 2025), los agentes civiles impusieron 167.023 comparendos, y la Policía de Tránsito otros 301.844. Pero la misma exigencia no aplica a las grúas que prestan el servicio a la ciudad.

Grúas que infringen la norma de tránsito

Durante una revisión realizada por el equipo del concejal Forero en los meses de noviembre y diciembre de 2024, se evaluaron 40 grúas de la concesión G&P, empresa que opera buena parte de estos vehículos en Bogotá. El resultado fue preocupante: 38 de esas grúas (el 95%) tenían causales de comparendo e inmovilización, por violar el artículo 45 del Código Nacional de Tránsito Terrestre.

El problema más común identificado fue la incorrecta ubicación de las placas de identificación vehicular. En muchos casos, la placa trasera estaba tapada por el yugo, lo que impide su plena visualización, o simplemente no estaba en el extremo trasero como exige la ley.

La placa es un documento público obligatorio

La Ley 769 de 2002 establece que la placa es un documento público que identifica de manera única a cada vehículo. Según el artículo 45 del Código Nacional de Tránsito, todo vehículo debe portar dos placas: una en el extremo delantero y otra en el trasero, y ambas deben estar completamente visibles, sin obstáculos.

Además, la infracción B.03 del artículo 131 del mismo código, reglamentada por la Resolución 003027 de 2010, establece que conducir un vehículo sin placas visibles o en condiciones que dificulten su identificación, es causal directa de inmovilización.

Las grúas no tienen excepciones

El concejal Julián Forero también señaló que el Ministerio de Transporte ha sido claro en su interpretación del artículo 45: las grúas no están exentas de cumplir esta norma. “Las grúas, como cualquier otro vehículo, deben portar las placas en el lugar adecuado, visibles y sin obstáculos”, recordó.

Sin embargo, estas grúas que infringen la ley siguen operando sin ningún tipo de sanción. Incluso, muchas de ellas son utilizadas por los agentes de tránsito para trasladar los vehículos de los ciudadanos que sí son sancionados, lo que genera un fuerte cuestionamiento sobre la equidad en la aplicación de la norma.

¿Por qué no las sancionan?

Para el concejal Forero, esta situación demuestra una clara “doble moral” por parte de la Secretaría de Movilidad: “Aplican la ley con rigor a los ciudadanos, pero no a las empresas que tienen contratos con la entidad. Las grúas parecen intocables, como si tuvieran permiso para violar la ley”, afirmó.

La denuncia ya está generando ruido en redes sociales, especialmente porque abundan las evidencias fotográficas de grúas con placas cubiertas o en ubicaciones irregulares. Los ciudadanos exigen que se apliquen las mismas reglas a todos y que la Secretaría de Movilidad asuma su responsabilidad.

¿Quién controla al que controla?

Este caso pone sobre la mesa la necesidad urgente de revisar los contratos de concesión y la supervisión que ejerce el Distrito sobre sus contratistas. Las normas de tránsito están para cumplirse, y no debería haber excepciones, mucho menos por parte de quienes las hacen cumplir.

La denuncia del concejal Julián Forero pone en evidencia un problema de fondo en la gestión del control vehicular en Bogotá. Y mientras no se tomen correctivos, la percepción ciudadana seguirá siendo clara: la ley no es igual para todos.

Post a Comment

Artículo Anterior Artículo Siguiente