En un preocupante caso de tráfico de fauna silvestre, la Policía Nacional logró el rescate de dos polluelos de loro que eran transportados en condiciones inadecuadas, ocultos dentro de una botella plástica. El hecho ocurrió en el kilómetro 76+100 de la vía Villavicencio – Puerto López, en el departamento del Meta, cuando las autoridades interceptaron a un hombre de 28 años durante un control preventivo.
El sujeto, que se movilizaba en una motocicleta, fue detenido por efectivos de la Seccional de Tránsito y Transporte del Meta. Durante la inspección, los uniformados encontraron a las dos aves en evidente estado de vulnerabilidad, apretadas dentro de una botella, lo que ponía en grave riesgo su supervivencia. Estas especies, nativas de la región, están protegidas por la legislación ambiental colombiana debido a la amenaza constante que enfrentan por el tráfico ilegal.
El coronel Norman Andrés Gómez Linares, comandante de la Policía del Meta, rechazó enérgicamente este acto y subrayó el daño que estas prácticas causan al equilibrio ecológico. “Este tipo de acciones no solo atentan contra la biodiversidad, sino que afectan el equilibrio de nuestros ecosistemas. Invitamos a la ciudadanía a ser parte de la protección ambiental, denunciando cualquier actividad de tráfico de fauna”, señaló el oficial.
Las aves rescatadas fueron entregadas a las autoridades ambientales competentes para recibir atención especializada y evaluar su estado de salud. Una vez recuperadas, se espera que puedan ser reintegradas a su hábitat natural, contribuyendo así a la conservación de estas especies.
Por su parte, el capturado fue puesto a disposición de la Fiscalía General de la Nación, donde enfrentará cargos por el delito de tráfico de fauna silvestre, una conducta sancionada en el Código Penal Colombiano. Este delito puede acarrear penas de hasta ocho años de prisión, además de multas económicas.
El tráfico ilegal de fauna silvestre es uno de los principales riesgos para la biodiversidad en Colombia, uno de los países con mayor riqueza natural en el mundo. De acuerdo con organizaciones ambientalistas, esta práctica afecta especialmente a aves exóticas, reptiles y mamíferos que son capturados y vendidos como mascotas, sin considerar el impacto negativo en los ecosistemas.
La captura de este presunto traficante y el rescate de los dos loros evidencian la importancia de los controles viales en la lucha contra este flagelo. Las autoridades han reiterado el llamado a la comunidad para que denuncie cualquier actividad sospechosa relacionada con el comercio ilegal de especies, contribuyendo así a la protección de la fauna silvestre.
Este caso, además de reflejar la crueldad del tráfico de animales, resalta la necesidad de reforzar las acciones de vigilancia y sensibilización en torno a la conservación ambiental en Colombia.
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