El 18 de marzo de 2025, la Comisión Séptima del Senado de Colombia archivó la reforma laboral propuesta por el presidente Gustavo Petro, sin siquiera someterla a debate. Con ocho votos a favor y seis en contra, la decisión representa un revés significativo para el gobierno, que había convocado movilizaciones en respaldo de sus iniciativas.
Reacciones desde el Gobierno
El presidente Petro reaccionó enérgicamente al archivo de la reforma, calificando la acción como un bloqueo a la voluntad popular. En un mitin en la Plaza de Bolívar, anunció su intención de convocar a una consulta popular para que los colombianos decidan sobre las reformas laborales y de salud.
"Si el Congreso no legisla en favor del pueblo, será el pueblo quien legisle", declaró Petro, enfatizando la necesidad de movilización ciudadana para lograr cambios estructurales.
Por su parte, la representante Alexandra Vásquez, del Pacto Histórico por Cundinamarca, expresó su descontento en X (antes Twitter). En un tuit reciente, manifestó:
"La Comisión Séptima del Senado hundió la #ReformaLaboral y con ello no pierde el presidente @petrogustavo, pierden son los estudiantes del SENA, pierden las madres comunitarias, pierden los trabajadores nocturnos, pierden los campesinos, pierden los que trabajan los domingos, pierde la clase trabajadora colombiana. Se privilegiaron los derechos de unos pocos por encima de los de millones de trabajadores y clase obrera con pocos ingresos."
El Pacto Histórico emitió un comunicado expresando su descontento con la decisión del Senado. Señalaron que el archivo de la reforma laboral es un retroceso en la lucha por condiciones laborales dignas y justas.
"Continuaremos trabajando desde todos los frentes para que las reformas necesarias se conviertan en realidad", afirmaron, respaldando la propuesta de Petro de llevar el tema a una consulta popular.
Oposición y argumentos en contra
Los opositores a la reforma argumentaron que su aprobación podría incrementar la informalidad laboral y el desempleo. Algunos sectores empresariales expresaron preocupación por el aumento en los costos laborales y las posibles rigideces en la contratación y despido de personal. Estas inquietudes fueron clave en la decisión de archivar el proyecto sin debate previo.
Camino a seguir
Tras el archivo de la reforma, el presidente Petro reiteró su compromiso con las transformaciones sociales y económicas. La propuesta de una consulta popular busca que la ciudadanía tenga la última palabra sobre las reformas laborales y de salud.
Sin embargo, este mecanismo enfrenta desafíos, ya que requiere la participación de al menos un tercio de los votantes registrados para ser vinculante. Además, la historia reciente muestra que los referendos en Colombia suelen enfrentar obstáculos significativos.
El hundimiento de la reforma laboral refleja las tensiones políticas actuales en Colombia y plantea interrogantes sobre el futuro de las políticas progresistas en el país. Mientras el gobierno busca alternativas para implementar sus propuestas, la oposición y diversos sectores económicos mantienen sus reservas, anticipando debates intensos en los próximos meses.
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