Petro se reunió con delegado de Estados Unidos: esto es lo que se sabe

En un encuentro celebrado el jueves 6 de febrero de 2025, el presidente Gustavo Petro sostuvo una reunión con Jhon McNamara, encargado de negocios y embajador interino de Estados Unidos en Colombia. La agenda se centró en dos temas fundamentales: garantizar condiciones dignas para la deportación de connacionales y definir estrategias conjuntas contra el narcotráfico. Este diálogo se desarrolla en un contexto marcado por recientes tensiones diplomáticas entre ambos países.

La reunión tuvo lugar en un ambiente que, pese a las diferencias recientes, fue descrito como cordial. Durante el encuentro, Petro destacó la importancia de tratar con respeto a los ciudadanos colombianos que son retornados desde Estados Unidos. “Recibí a Jhon McNamara. Hablamos mucho de Bolívar, de 'Cien años de soledad', de las fuerzas especiales de EE. UU. y de la dignidad de los migrantes”, publicó el mandatario en su cuenta de X. Con estas palabras, el presidente buscó resaltar un compromiso que va más allá de lo meramente institucional, haciendo énfasis en el valor humano y cultural de cada ciudadano.

La canciller Laura Sarabia complementó esta postura al afirmar que el Gobierno garantizará el respeto a los derechos de los colombianos retornados. “Tenemos una instrucción clara: vamos a recibir a todos los connacionales y no los dejaremos solos”, declaró. Según Sarabia, la política del Gobierno se centra en asegurar que quienes regresan al país reciban apoyo integral para su reintegración, un aspecto que cobra especial relevancia en medio de las críticas surgidas en años recientes sobre el trato a migrantes y deportados.

El segundo eje de la reunión fue la lucha contra el narcotráfico. En este tema, la canciller explicó que la estrategia a seguir no se basará exclusivamente en la acción de la Fuerza Pública. “No se trata solo de combatir el problema con la Fuerza Pública, sino de instaurar estrategias conjuntas que permitan la sustitución de economías ilegales”, afirmó Sarabia. La propuesta contempla un enfoque integral que apunte a brindar alternativas productivas a campesinos y comunidades vulnerables, favoreciendo proyectos sostenibles y competitivos a largo plazo. De esta manera, se busca debilitar la influencia de grupos ilícitos y ofrecer a las regiones afectadas alternativas económicas viables.

En un detalle personal que marcó el ambiente del encuentro, el presidente Petro relató algunos momentos informales de la reunión. Explicó que ofreció a McNamara una balsa muisca, café colombiano y un sombrero Zenú cordobés. Además, compartió una anécdota sobre la sotana del sacerdote Camilo Torres Restrepo, fundador de la Facultad de Sociología de la Universidad Nacional, lo que generó una emotiva reacción en el interlocutor, quien se mostró especialmente conmovido por el valor simbólico y cultural de ese objeto.

La cita se produce en un momento en el que las relaciones entre Colombia y Estados Unidos han estado marcadas por tensiones en diferentes frentes. Durante los últimos meses, las divergencias en temas migratorios y de seguridad han generado roces diplomáticos. Estados Unidos ha sido crítico respecto a algunas políticas internas de Colombia, mientras que sectores en Colombia han percibido una intromisión excesiva en asuntos considerados de soberanía nacional. Este clima de tensión ha hecho que cada encuentro bilateral adquiera una relevancia especial, en tanto se busca restablecer canales de diálogo y cooperación.

Ante este escenario, la reunión del 6 de febrero se presenta como una oportunidad para replantear la colaboración bilateral. Tanto Petro como Sarabia han insistido en que, pese a las diferencias, la diplomacia debe ser el camino para resolver los desafíos comunes. El compromiso de ofrecer condiciones dignas para la deportación y de fortalecer estrategias contra el narcotráfico se enmarca en un esfuerzo por mejorar la imagen y la relación con el socio norteamericano.

La estrategia integral contra el narcotráfico, en particular, refleja una visión de largo plazo. Al promover el desarrollo de economías legales en zonas tradicionalmente afectadas por actividades ilícitas, el Gobierno colombiano apuesta por una transformación estructural que beneficie a los campesinos y reduzca la dependencia de economías ilegales. Este enfoque se presenta como una respuesta a las demandas de sectores sociales que han criticado la exclusión y la falta de alternativas en regiones rurales.

Con este encuentro, Colombia busca reafirmar su compromiso con la protección de los derechos de sus ciudadanos y con el desarrollo de estrategias integrales para combatir el narcotráfico, a la vez que se trabaja por mejorar la relación con Estados Unidos a través del diálogo y la cooperación. La cita representa un paso importante para construir puentes en un contexto de tensiones, demostrando que el respeto y la búsqueda de soluciones conjuntas son fundamentales para enfrentar desafíos comunes. 

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