La Candelaria sigue siendo el corazón cultural y patrimonial de Bogotá y ahora reafirma su compromiso con la sostenibilidad. El icónico barrio ha sido recertificado como la única Área Turística Sostenible de la capital, consolidándose como un modelo de turismo responsable en Colombia.
Este reconocimiento es el resultado del esfuerzo conjunto de la academia, la comunidad, los establecimientos comerciales, los prestadores de servicios turísticos y los empresarios, quienes han trabajado en la protección del medio ambiente y la identidad de un destino auténtico.
Un compromiso con el presente y el futuro
La alcaldesa Angélica María Angarita Serrano destacó que esta certificación no es solo un logro, sino una responsabilidad renovada.
“La sostenibilidad es una tarea de todos. La Candelaria seguirá demostrando que es posible equilibrar el turismo con la conservación de nuestra historia, nuestra cultura y nuestro medio ambiente”, afirmó la mandataria.
Más allá de este reconocimiento, el verdadero reto es mantener la sostenibilidad a largo plazo. Para lograrlo, se requiere un trabajo articulado y un compromiso constante por parte de todos los actores del territorio.
Acciones para un turismo sostenible
El reto apenas comienza. La Candelaria busca fortalecer su modelo de turismo responsable con acciones concretas como:
Implementar prácticas sostenibles en todas las actividades diarias.
Fomentar el respeto por el patrimonio cultural e histórico.
Apoyar el comercio justo y responsable, beneficiando a la economía local.
Proteger el medio ambiente con iniciativas ecológicas y de conservación.
La comunidad, los visitantes y el sector privado tienen un papel clave en este propósito. La invitación es a sumarse a esta causa y hacer de La Candelaria un referente de turismo sostenible en Colombia y el mundo.
Un modelo a seguir
La recertificación de La Candelaria envía un mensaje claro: es posible desarrollar el turismo sin afectar la esencia de los destinos históricos. El equilibrio entre el crecimiento económico, la preservación cultural y el respeto ambiental es el camino para una Bogotá sostenible.
Este logro no solo beneficia a quienes viven y trabajan en el barrio, sino que también proyecta a Bogotá como una ciudad comprometida con el turismo responsable. Ahora, el desafío es mantener este estándar y continuar innovando en prácticas que protejan y fortalezcan la identidad de este emblemático sector de la ciudad.
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