Mientras miles de bogotanos enfrentan cortes y restricciones de agua, algunos empresarios del sector hotelero parecen creer que están por encima de la ley. La Alcaldía Mayor de Bogotá reveló un escándalo indignante: cinco hoteles en Teusaquillo habrían robado 139.000 metros cúbicos de agua, un delito que no solo atenta contra el suministro público, sino que representa una burla para los ciudadanos que cumplen con sus pagos.
El agua, un bien común, convertido en botín
El alcalde Carlos Fernando Galán denunció esta grave situación en la mañana del 10 de febrero, asegurando que su administración está comprometida en frenar estas prácticas ilegales.
“Estamos haciendo un trabajo para proteger el agua de Bogotá, haciendo un énfasis en aquellos que se la roban. Hoy presentamos un resultado clave porque se identificó en Teusaquillo el robo de alrededor de 139.000 metros cúbicos de agua en cinco hoteles que habrían incurrido en esta práctica que es tipificada por el Código Penal”, declaró Galán.
El robo de agua no es un tema menor. No solo representa pérdidas millonarias, sino que afecta directamente la distribución y disponibilidad del líquido para miles de ciudadanos.
Operativos en marcha: la lucha contra los ladrones del agua
Durante el 2024, la Alcaldía, junto con el Acueducto de Bogotá y la Policía Metropolitana, realizó 6.986 visitas para identificar este tipo de fraudes. De ellas, 3.476 fueron efectivas, logrando denunciar penalmente 264 casos de robo de agua.
Como resultado, se recuperaron 1,2 millones de metros cúbicos de agua y se generaron ingresos por 7.579 millones de pesos en pagos de facturación recuperada.
El alcalde ha sido enfático en que este trabajo no se detendrá y que se identificará a más responsables de esta práctica criminal.
Las cifras del saqueo
El problema no es nuevo, pero las cifras demuestran que la situación sigue empeorando. En 2023, se logró que usuarios aceptaran el consumo real de 2.395.614 metros cúbicos de agua. En 2024, la cifra aumentó a 2.786.691 metros cúbicos.
Esto deja en evidencia que el robo de agua sigue siendo una práctica recurrente, a pesar de las sanciones y operativos.
¿Cuáles son las consecuencias legales?
El robo de agua no es un simple "error administrativo", sino un delito tipificado en el Código Penal como defraudación de fluidos. Las consecuencias pueden ser severas:
- Prisión de hasta 8 años
- Multa de 150 salarios mínimos mensuales
- Cancelación de la matrícula mercantil de los establecimientos involucrados
El Acueducto de Bogotá ha hecho un llamado a los comerciantes para que no se dejen engañar por personas inescrupulosas que ofrecen conexiones ilegales. La única entidad autorizada para intervenir las redes de agua es la propia empresa prestadora del servicio.
¿Hasta cuándo el abuso?
Mientras muchos ciudadanos pagan facturas cada vez más altas y hacen esfuerzos por ahorrar agua, hay quienes simplemente se la roban sin vergüenza. Este escándalo debe servir como un llamado de alerta para endurecer los controles y sanciones.
El agua es un derecho, no un privilegio para quienes pueden evadir la ley. La Alcaldía ya puso el tema sobre la mesa. Ahora, Bogotá espera que haya castigos ejemplares.
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